10 de enero de 1929. Una fecha que vuelve a la memoria de todos los aficionados a las aventuras de Tintín y su inseparable amigo Milú. Tintín en el país de los soviets apareció por primera vez en un suplemento infantil, que publicaba un diario católico belga. El patito feo de una serie que llegó después en forma de 24 álbumes editados a color.
Découvrez en avant-première deux planches de la version en couleurs de Tintin au pays des Soviets ! Le 11 janvier en librairie pic.twitter.com/BF3Pr1r7b4
— Casterman BD (@CastermanBD) 4 de enero de 2017
Un pecado de juventud, así definió Hergé esta primera obra, que creó cuando apenas tenía 21 años. Un trabajo que destaca por su influencia del cine mudo, por ser la que más protagonista le otorga a Milú y donde Tintín escribe el único artículo que ha servido para justificar su profesión de periodista. En su interior, Hergé narra las aventuras del periodista belga cuyo tupé ha dado la vuelta al mundo. Tintín y su perro Milú realizan un viaje por Moscú. Un escenario que le sirve al autor para reportar las políticas comunistas de Joseph Stalin. Este fue el pistoletazo de salida al resto de álbumes de Hergé, aventuras que nos han permitido conocer lugares tan remotos como el Congo, India, Egipto, entre otros.
Colorear el álbum ha sido una labor tediosa, ya que el director de arte Michel Bareau y su equipo han trabajado sobre una gama cromática que evoque la época en la que se realizó el álbum, para conseguir el mayor realismo posible. Un trabajo que se ha prolongado durante dos años y medios, aunque el resultado ha merecido la pena, para conseguir que el tupé tan característico de Tintín tenga color.