Que no, que no me muero. Así te titula el cómic de María Hernández y el dibujante Javi de Castro. En este caso la ‘c’ sirve para unir dos palabras: cómic y cáncer.
Se trata de la historia de Lupe, una mujer de 38 años que se tiene que enfrentar al cáncer. Una historia trágica, como es esta dura enfermedad, pero aderezada por los toques de humor de la escritora. Un toque que Javi de Castro ha captado a la perfección, interpretando las distintas historias a través de sus dibujos. El resultado es un cómic ameno, dinámico -cada relato es completamente distinto-, con dibujos diferentes, que rompen con ese esquema tradicional de las historias encasilladas en viñetas.
Este cómic, publicado bajo el sello de Modernito Books, es el resultado de distintas historias reales -entre ellas, la de la propia escritora- todas ellas representadas a través de Lupe. El sentido del humor le sirve a Lupe para enfrentarse al cáncer de mama, y también al resto de situaciones que le suceden en su día a día (problemas de trabajo, clientes que no pagan, etc).
Cuando abres este cómic te das cuenta de inmediato que no es un cómic al uso. Los capítulos están divididos siguiendo las letras el abecedario, donde cada letra se relaciona con una palabra: árbol, ballena, cirugía, colmillos, dificultades, entierros, estrógenos, etc. En esta historia, el cáncer no es el protagonista, sino que sirve de trasfondo para abordar todas las maneras que existen para afrontar las dificultades. Lo más importante, enfrentarse con positivismo.
Junto con cada situación, María Hernández nos presenta distintos personajes y la manera como ellos se enfrentan a todas las difucultades. Así, por ejemplo, Lupe se presenta como una persona impaciente. Otro de los personajes es el amigo de Lupe, muy miedoso y de lágrima fácil, que hace que Lupe esté encima de él. Y Josefinita, que es la típica mujer que todo el mundo conocemos, que está en la sala de espera de las consultas y que no para de contar desgracias.
Además de las historias, que aunque la autora se empeñe en argumentar que no es un libro de autoayuda, sirven para afrontar las complicaciones con humor y positivismo, una parte importante de su atractivo reside en los dibujos y en la capacidad de Javi de Castro para recrear cada una de las situaciones en distintos formatos: viñetas, la recreación de la pantalla de un móvil, email, picados donde un artículo es el protagonista de toda la página… En definitiva, un aire nuevo que llega con cada capítulo.
“Y si me muero no es el fin del mundo!”. Con esta filosofía, te podrás imaginar el nivel de este libro.